Se podría decir que si. Aunque en apariencia resulte contradictorio pensar que existía una élite bárbara, no lo es puesto que, en efecto, había pueblos que no pertenecían a la antigua aristocracia romana, es decir: a los antiguos nobles provenientes del Imperio Romano y que subsistieron con sus feudos, tierras, privilegios y poder más allá de su caída. Debemos entender que la Edad Media es un concepto moderno que sirve a los historiadores para ubicar un período específico de la historia de Occidente ubicado, por una parte, entre la Antigüedad, representada por los imperios (egipcio, griego y romano), y su paulatina descomposición, en especial, y el último, el Romano, y, por otra, el advenimiento en el siglo XIV-XV de la edad moderna, primera modernidad o simplemente modernidad. Esa élite romana se mantuvo porque ha trascendido la historia antes, durante y después del medievo. Ahora, en cuanto a este aparente oxímoron "élite bárbara", lo e sólo en apariencia. Hay que entender que bárbaros son aquellos pueblos que han quedado extramuros, fuera de la fortaleza del Imperio Romano, pueblos provenientes de los antiguas culturas indoeuropeas y que no usaban el latín. De ahí que su concepto haya transcendido con una carga semántica negativa: como pueblos incultos, violentos, incivilizados. Pero era toda aquella cultura que no pertenecía a la órbita hegemónica romana. Entre estos se hallaban los celtas y los vikingos, pueblos con una riquísima tradición cultural pero que al no manejar el latín, al no avenirse a las leyes romanas, al no ser provenientes del Mediterráneo y al desacatar cualquier sumisión imperial, eran excluidos y en consecuencia estigmatizados como tales, como bárbaros. Pero los procesos histórico no son rígidos. Su cultura pudo traspasar los muros divisorios y se produjeron contactos, negocios, traspaso de técnicas de guerra y en general aportes culturales mutuos. Uno de ellos es que una parte considerable de las lenguas modernas contiene valiosos elementos léxicos provenientes del indoeuropeo o bárbaro (germánico, por ejemplo). En fin, siendo así, es legitimo pensar que en la Alta Edad Media, o sea en la temprana Edad Media postcaída del Imperio Romano, así como hubo nobles provenientes de la antigua aristocracia romana también los hubo de los pueblos extranjeros como los que acabo de reseñar.